Los Ángeles

Las hileras de palmeras, a los dos lados de la carretera, no distraen al turista, que deja caer la mandívula, embobado, por las impresionantes mansiones de famosas estrellas de Hollywood.

Todo en Hollywood, hasta el aire que se respira, está impregnado de esa esencia que desprende el mundo del celuloide.

Cada año, en el interior de este teatro, se reparten las estatuillas de los Oscar, el galardón más importante de la industria cinematográfica.

Sus clubes de jazz acogieron ni más ni menos que a Louis Armstrong, y aunque sea por eso, merece la pena hacer una visita.

Quizás como herencia de esa comparación con la ciudad de los canales, la original, el espíritu bohemio de Venice y Santa Mónica se deja ver en cada recoveco.

La zona este de la ciudad de Los Ángeles acoge la comunidad latina, cuya inquietud artística hace de este barrio un lienzo viviente.

El centro de la ciudad esconde infinidad de paradas que son ineludibles. Desde el MOCA, al edificio del Ayuntamiento pasando por la excéntrica Cathedral of Our Lady of Angels.